Un cuarto de millón de soldados del Ejército de EE. UU. utilizará la herramienta de colaboración Google Workspace después de asociarse con el gigante tecnológico.
Google Cloud hizo su anuncio la semana pasada, luego de que el servicio recibiera la autorización Impact Level 4 del Departamento de Defensa en julio, que sanciona su uso para procesar información no clasificada controlada, como la relacionada con la defensa y la inteligencia.
La asociación sigue a la creación de la nueva división de la compañía, Google Public Sector, para brindar sus servicios basados en la nube a instituciones públicas locales y federales en los Estados Unidos para optimizar sus operaciones.
Google Workspace en el sector público
Debido a los desafíos únicos del empleo militar, el trabajo híbrido y la colaboración son comunes. Google Public Sector cita la facilidad de uso de su servicio como una razón clave de su idoneidad para su uso en el ejército.
Google también se está asociando con la empresa de infraestructura en la nube SADA, que se especializa en configurar organizaciones con Google Cloud, para ayudar a la transición del personal militar.
Aparentemente, la creciente amenaza del delito cibernético en un contexto militar no impidió que el ejército estadounidense decidiera adoptar una iniciativa de computación en la nube tan masiva. Esta confianza puede provenir de la política de confianza cero de Google Workspace, actualmente considerada el estándar de oro para la seguridad en la nube.
En pocas palabras, cualquier usuario, independientemente de su ubicación, debe autenticarse antes de que se le conceda acceso.
Los métodos comunes para aplicar la confianza cero incluyen la autenticación de 2 factores (2FA), que requiere que el usuario tenga otro dispositivo, generalmente un teléfono inteligente, desde el cual verificar su identidad y otorgar acceso al servicio en cuestión en su dispositivo principal.
El acuerdo militar de EE. UU. es solo otro ejemplo de cómo las ofertas en la nube de Google están captando la atención de los sectores públicos de todo el mundo.
En 2020, el gobierno del Reino Unido firmó un acuerdo con Google Cloud para llevar la computación en la nube a servicios del sector público como el Servicio Nacional de Salud (NHS). Mientras que en 2022, el estado de Nueva York anunció que se asociaría con Google Public Sector para integrar la computación en la nube en una iniciativa de monitoreo de la calidad del aire.
La computación en la nube tiene sus ventajas en un mundo que ha experimentado una transición hacia el trabajo híbrido. Sin embargo, queda por ver si las políticas de confianza cero de Google pueden continuar protegiendo los datos de la gente común en medio de la creciente dependencia de la nube.